viernes, 5 de abril de 2013

Un amor entre dos mundos

Anoche asistimos al preestreno, organizado por Tripictures, de Un amor entre dos mundos, una ingeniosa cinta de ciencia ficción romántica tan original en su planteamiento como decepcionante en su desenlace.

 

Dirección: Juan Diego Solanas
Guión: Juan Diego Solanas y Santiago Amigorena
Intérpretes: Jim Sturgess, Kristen Dunst,
Timothy Spall, James Kidnie.
 
La ciencia ficción no es sólo para hombres. Nuestro amado género no siempre tiene
que aparecer vinculado al género de acción o de terror. El cine nos ha demostrado ya en varias ocasiones que también sabe utilizar la premisa fantástica para fines románticos, y plantearnos cada vez más rebuscados escenarios para el eterno drama del amor imposible, aunque eso sí, con desiguales resultados. La casa del lago (2006), con Keanu Reeves y Sandra Bullock, era un ejercicio que se servía del género únicamente como excusa para una nueva sensiblería. Más allá del tiempo (2009) resultó mucho más interesante y transgresora en sus paradojas temporales.

Pero nadie podrá cometer la osadía de negar que el planteamiento de Un amor entre dos mundos es realmente brillante y novedoso. En los primeros minutos, la voz en off del protagonista se afana en explicarnos las normas físicas que rigen este peculiar mundo de fantasía. Dos mundos enfrentados, uno superior y otro inferior, sometidos a una doble gravedad que les condena a no poder encontrarse jamás.

Y en este rizar el rizo asistimos a la historia de amor imposible entre Adam (Jim Sturgess, 21 Blackjack, Cloud Atlas) y Edén (Kristen Dunst, Entrevista con el vampiro, Spiderman). La interpretación de los paralelismos bíblicos de sus nombres corren a cuenta del espectador. Él pertenece al mundo inferior, proletario, desolado, derruído y sombrío. Ella, al mundo superior, industrializado, luminoso, civilizado y avanzado. Un encuentro fortuito entre ambos dará lugar a un romance adolescente en contrapicado que se verá interrumpido abruptamente. Años después, él descubre casualmente su paradero y no dudará en arriesgarlo todo para encontrarla. ¿Será el amor más fuerte que la gravedad?


Un amor entre dos mundos, producción franco-canadiense dirigida por el argentino Juan Diego Solanas (Nordeste, 2005) es también un camino entre dos aguas en ningua de las cuales llegamos a zambullirnos completamente. El decorado de ciencia ficción alcanza cotas brillantes, mostrándonos asombrosas estampas nunca antes vistas, además de dar pie a bellísimas escenas o a cómicas situaciones. Sin embargo, no se llega a profundizar en todo lo que sospechamos que hubiera dado de sí este universo fantástico (como por ejemplo las desigualdades sociales entre ambos mundos, o la utilización de la materia inversa) quedándose finalmente en un mero envoltorio. En la orilla opuesta, la historia de amor resulta convencional primero, ridícula después y absolutamente sonrojante al final.

La película, en efecto, nos sorprende y asombra en su interesante inicio y su efectivo desarrollo, apoyado también en el buen hacer de dos reconocibles secundarios: Timothy Spall (la rata de Ron en Harry Potter) y James Kidnie (el John Locke de Perdidos). Sin embargo, se hunde sin remedio en un estrambótico último tercio, que camina peligrosamente entre el inverosímil videojuego de plataformas y el absurdo y estomagante empalago romántico, para terminar apresuradamente con el más rematado de los disparates.

Un mal sabor de boca que deja en fin una producción a la que sin embargo no podemos negarle su audacia y su capacidad para sorprendernos con una imaginativa narración de superposiciones y contrastes. Promocionada en exceso como película-romance, el elemento de ficción llega incluso a acaparar el protagonismo en ciertos tramos de la película. Sin embargo, su frágil equilibrio y su precipitado y fallido final provocarán que, a pesar de todo, nadie quede satisfecho.

2 comentarios:

  1. no puedo estar más deacuerdo, tiene momentos increíbles y momentos completamente estúpidos, cohidimos aunque no sólo falla el final argumentalmente

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    1. Tiene cosas muy interesantes pero efectivamente, cae en situaciones realmente absurdas. Gracias por el comentario! :)

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